Al Gobernador de Porto, Héctor De Mendoza, en una
visita al barrio de mercaderes le llegó una información acerca de un barco
extraviado durante una tormenta. En ese instante mandó llamar a su explorador
más eficaz, Josué el tuerto para preguntarle si tenía alguna información al
respecto. Cuando Josué apareció, le informó que dicho barco había naufragado y
en su interior transportaba una mercancía que podría ser bastante lucrativa. En
ese instante, ordenó a los capitanes Caldentey y Rafa “Sin nudillos” la misión
de recuperar dicha mercancía.
Hoy hemos
jugado el tercer escenario nuestra campaña de DREEDFLEET:
¡¡SURGIÓ DEL ABISMO!!
En el tercer
escenario del DREEDFLEET, los barcos insignia de ambas flotas, la Gran Alianza
y la del Terror, se mantuvieron en puerto. No obstante, ambos capitanes se
pusieron al frente de los barcos el Trueno de Grimnir y el Cimitarra Llameante;
mientras que en la Flota del Terror, el Capitán Daniel “Peluchitos” encabezó el
Kraken Negro. Esta misión tenía una duración máxima de seis turnos en los que
la flota de la Gran Alianza tenía que recuperar tantos tesoros como pudiesen,
mientras que la del Terror tenía que eliminar tantos barcos y auxiliares como
pudiesen en ese turno. Al final la flota vencedora sería la que hubiese
acometido mejor su misión.
Inicialmente
los barcos de la Flota de la Gran Alianza iniciaron una rápida incursión en la
zona que el Gobernador les había ordenado, que resultó ser un cráter volcánico.
Como en la primera partida, la suerte le fue esquiva nuevamente al Capitán Rafa
“Sin Nudillos”, a quién le atacaron el Gigante Marino y la Sierpe de Sangre. En
ese instante el Capitán Caldentey se enfrentó a una difícil decisión, ayudar a
su subordinado o cumplir su misión… En ese instante emergió desde el fondo
mares el Capitán Daniel “Peluchitos”, al mando del Kraken Negro, situándose en
una posición bastante cercana a los barcos de la flota enemiga.
Finalmente, mientras el capitán Rafa seguía atrapado entre los monstruos marinos, el Capitán Caldentey decidió enfrentarse por sí sólo al Kraken Negro y desplegó un dirigible auxiliar, el Ojo de Valaya, para que se encargase de recoger los tesoros. En ese momento hubo un duro enfrentamiento entre ambas embarcaciones, lo que ocasionó que el Kraken Negro pudiese hundir al Trueno de Grimnir en el último turno, consiguiendo así empatar el tesoro que había logrado obtener el dirigible desplegado.
La risa
desquiciada del malvado capitán Daniel “Peluchitos” podía oírse mientras el Kraken
Negro se sumergía en busca de nuevas e incautas presas.
La campaña
sigue manteniendo la emoción por todo lo alto, empate entre ambas flotas por
ahora grumetes…
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