lunes, 14 de noviembre de 2011

¡¡Emboscadaaaa!!


Llovía a cantaros y el pueblo parecía desierto, lo habían arrasado hasta los cimientos, y no quedaba ni siquiera los cadáveres de los pobres diablos que lo habitaban no hacía apenas unos días.
El primus pilum de la 13ª Legión, Hectorio Hispano Cannis, oteaba las tierras circundantes mientras esperaba con nerviosismo la llegada de los exploradores, no le gustaba estar allí bajo la lluvia, no le gustaba la misión que le habían encomendado y sobre todo no le gustaba el legado nuevo, Celcius Secundo Maximo. 

Le dirigía la mirada de vez en cuando, estaba allí con su caballo blanco, junto a su escolta de équites, seguramente hablando de sus fiestas en Roma.

Al centurión le parecía demasiado joven, demasiado impetuoso, demasiado vanidoso…demasiados demasiados…nada bueno para un soldado. Tendría que vigilarlo de cerca, para intentar influenciarlo en sus decisiones, ya había visto otras veces como legados inexpertos conducían a sus propios hombres a una matanza inútil, solo por arrogancia.

De repente algo lo saco de sus pensamientos, los galos aparecieron al otro lado del pueblo, y mostraban los cadáveres de los exploradores. ¡Malditos barbaros, deberían matarlos a todos!, pensó para sí mismo con rabia apenas contenida.

Pero debía dar ejemplo a los hombres, recto como una vara se dirigió hacia ellos para dar las instrucciones necesarias, con el fin de sacarlos de aquel lugar, estaba claro que los galos los provocaban para ir a su encuentro, pero había visto muchas campañas como para caer en su juego y meterse de cabeza en esa ratonera. Lo mejor sería retirarse al campamento de la legión, seguramente les seguirían y hostigarían, pero no se atreverían a más.

-¿Qué demonios hace Centurión?- Hectorio se dio la vuelta, ya esperaba esto. -Centurión, ordene a los hombres que formen para el combate, castigaremos a esos barbaros. - Hectorio contuvo su malestar y de la mejor forma posible intento explicarle la situación. - Legado, con el respeto debido, es mejor que nos retiremos, ese pueblo es una trampa mortal, y ya no hay nadie a quien rescatar.- Respondió el centurión, satisfecho de sí mismo, hasta un petimetre de Roma podría entenderlo. – ¿No me ha oído? ¿O es sordo? Ordene a sus hombres que avancen y no lo pienso repetir- exclamo el legado tan alto como para que pudieran oírlos todos.

El primus pilum se golpeo el pecho con el puño a modo de saludo y se volvió a girar hacia sus hombres, grito unas cuantas órdenes y los legionarios las cumplieron con precisión nacida de la práctica, listos para marchar sobre el enemigo. Satisfecho se ajusto el casco mientras pensaba que posibilidades tenia de el legado de salir con vida hoy… 


Algunos de los más viejos de PORTO nos reunimos hace ya mucho tiempo para jugar juegos de índole histórica, con nuestros ejércitos pintados y perfectamente pertrechados, buscando algo más que una partida, pero eso lo explicaremos en otro artículo.

Solemos reunimos una vez al mes los domingos, e intentamos que nuestras partidas tengan una continuidad (o sea que hacemos campañas), después de nuestra emocionante campaña de la guerra de secesión americana, hemos empezado otra sobre la guerra en las Galias. Esta es la primera partida, hemos decidido empezar con una serie de escaramuzas usando las reglas del Señor de los Anillos, del grupo de Yahoo de LOTR, y luego quizás pasarnos a otro reglamento de unidades en regimientos perfectamente ordenados. Sin más esto fue lo que paso…




Los romanos desplegaron en línea concentrándose en las bocacalles y apoyándose de arqueros repartidos a lo largo de la línea, los galos desplegaron también una línea de batalla pero concentrándose en las zonas de terreno difícil, donde estos tendrían ventaja. Inicialmente los galos avanzaron a toda prisa buscando el choque de líneas, mientras los romanos intentaban diezmarlos con una incesante lluvia de flechas. El primer choque se produce en el flanco izquierdo, entre el druida Adolfotorix y el Primus Pilum, después del choque los galos son masacrados y solo el druida queda luchando.










Esto envalentona a los romanos, que hacen un avance general, que a la larga se vería que sería el error de la partida, este movimiento los hace vulnerable al movimiento envolvente de los galos muy superiores en número. En este punto el combate se convirtió en una lucha a muerte donde los legionarios inferiores en números fueron atrapados en pequeños grupos y masacrados, no sin antes vender caras sus vidas. Al final victoria marginal gala por una miniatura, muestra cuán dura fue la batalla, pero como siempre muy, muy emocionante.


3 comentarios:

  1. Bueno.... pero no sé que pensará el legado que junto al centurión consiguió sobrevivir....

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  2. La Guerra se aproxima amigos....;-)

    DCH

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