viernes, 4 de noviembre de 2011

El arrecife del muerto

Esta tarde en Porto se ha levantado un viento de poniente que trajo consigo una intensa niebla, el ambiente se llenó de malos presagios, el sonido de una campana se abrió paso entre la espesa niebla, ¿habrían llegado la flota del terror a PORTO? ¿O Antonio estaba jugando otra vez con sus no muertos? Nada de eso grumetes… 
Al ver esa niebla, el Gobernador de Porto, Héctor De Mendoza envió a un explorador a que vigilase desde los abruptos acantilados, sobre los que la ciudadela se había estado defendiendo durante años. En su misión nuestro explorador, Josue el tuerto, no pudo más que horrorizarse cuando a unas millas de distancia pudo observar lo que se les avecinaba. ¡¡¡La Flota del Terror había aparecido!!!

Hoy hemos jugado el primer escenario nuestra campaña de DREEDFLEET:

¡¡EL ARRECIFE DEL MUERTO!!

En el primer escenario del DREEDFLEET, los barcos insignia de ambas flotas, la Gran Alianza y la del Terror, se enfrentan en una lucha a muerte. El primer barco que al final de un turno tenga 8 cartas de daño o sea destruido será considerado derrotado por su oponente.

 

En el primer enfrentamiento, los grumetes Rafa y Daniel tomaron los mandos de sus respectivas flotas, produciéndose un enfrentamiento que más adelante conllevaría algunas sorpresas en forma de invitados inesperados al envite…





 
Inicialmente el Heldenhammer, el orgullo de la Flota de la Gran Alianza al mando del Capitán Rafa “Sin Nudillos”, con el viento a favor, se desplazó raudo en busca del enfrentamiento pero calló en las garras del Capitán vampiro Daniel “Peluchitos”, quien tenía bajo sus malvados influjos una Hidra de Hueso esperando para sorprender a nuestro incauto capitán.



Finalmente, atrapado entre dos frentes, la tripulación no muerta abordó el Heldenhammer, consiguiendo hacer explotar el arsenal del barco con consecuencias funestas. El barco con varias vías de agua abiertas en el barco, terminó por hundirse dejando tras de sí un reguero de cadáveres.


 
En el segundo enfrentamiento de la tarde, los auténticos capitanes, Caldentey y Adolfo, salieron a comandar a sus respectivas flotas. En este enfrentamiento, el Capitán Caldentey quería vengar a su valiente camarada perdido en las aguas o qué peor destino podría haberle aguardado…

¿Se amenazan o están de broma?

El Capitán se lo piensa.
Continuando la antigua tradición imperial, el Heldenhammer salió brioso hacia adelante en busca del combate. Rápidamente los dos barcos chocaron en el centro de la mesa y se inició un despiadado intercambio de andanadas y abordajes. El olor a pólvora inundaba el ambiente, los gritos de muerte resonaban en el aire y los capitanes se encontraron en medio de la refriega. El vampiro se impuso gracias a su inhumana destreza consiguiendo herir repetidamente al capitán humano, no obstante éste no cayó en el desaliento, y finalmente, la superioridad de fuego del Heldenhammer acabó por hacer huir a la Parca Sangrienta, no sin antes herir al malvado vampiro.


Mientras la tripulación del Heldenhammer veía retirarse entre la niebla a la Parca Sangrienta, sólo pudieron distinguir una palabra en el viento: 
¡VENGANZA!
El primer día de campaña se había salvado con un empate entre ambas flotas.

Entre ambas partidas, numerosos grumetes se acercaron a la mesa e intentaron emular las proezas de sus ídolos navales, realizándose partidas de iniciación.



































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