lunes, 7 de noviembre de 2011

¡¡¡Carretera al Infierno!!!


Esta mañana en PORTO hemos jugado la segunda partida de nuestra horripilante campaña de Zombies, en nuestro día del calendario dedicado al taller de juegos, una vez más con el reglamento “Miedo y Fe”.

En este escenario la jefa de los supervivientes, Macnamara Morgan, envía un grupo con la misión de apoderarse de un coche solitario, que habían visto desde una colina. Mientras ella con el resto de supervivientes se encaminaba a buscar suministros médicos. 

En principio todo parecía fácil, los supervivientes solo tendrían que atravesar un tramo de carretera y llegar al otro lado apoderándose del coche que allí se hallaba.
 
Hemos jugado dos partidas, la primera fue una prueba para ver si el escenario estaba equilibrado y la jugaron Abián (supervivientes) y Cristian (zombies), fue muy divertida. Al principio los supervivientes se dividieron en dos grupos, mientras uno abría fuego sobre los zombies, el otro intentaba escapar corriendo. Pero el ruido de los disparos atrajo a más zombies que desafortunadamente se interpusieron en el camino del grupo de “corredores”, huelga decir que acabo en una matanza.  
 





 
Tras unos cambios consensuados y alguna regla de la casa que otra, se jugó la segunda partida, la válida para la campaña, Abián y Alejandro (supervivientes) contra Cristian y Javier (zombies).

La cosa empezó bien para los supervivientes moviéndose rápido y en grupo, y abatiendo al primer zombie que les salió al paso, pero solo fue un espejismo, parte del grupo no pudo aguantar la tensión emocional y acabaron huyendo o peor paralizados por el miedo, y pronto se vieron rodeados y luchando cada uno por su vida, otra vez acabó en carnicería, mal día para los supervivientes.





¿Qué ocurrirá al grupo de Mcnamara Morgan? ¿Conseguirán ellos los suministros médicos? ¿Enviarán a otro grupo a por el vehículo?  Continuará…

1 comentario:

  1. “Los zombies no discriminan. Para un zombie, todo el mundo sabe igual de bien. Y cualquiera podía ser un zombie. No tenías que ser especial, buen deportista, o guapo. No tenías que oler bien, o llevar la ropa correcta, o escuchar cierta clase de música. Sólo tenías que ser lento”

    Josephs Adams, John

    ResponderEliminar